domingo, 10 de marzo de 2013

Cassiano Branco: figura, estilo y Hotel Eden




Cassiano Branco

Dentro de los arquitectos de la generación modernista del vanguardismo Cassiano Branco es uno de los autores más conocidos y estudiados, sobre todo a partir de la exposición de 1991 que se realizó en el cine teatro Edén antes de casi su total demolición.
Una monografía de Paulo Tormento Pinto dedicada a nuestro autor titulada  Cassiano Branco 1897-1970, arquitectura e artifício Lisboa: Caleidoscópio, 2007 ayudó a un mejor entendimiento de su obra, en mayor medida para llegar a comprender los proyectos de sus últimos años[1]. Muchos querrían pensar que Cassiano Branco fue un arquitecto con ideales antisalazaristas, pero en realidad estaba bastante vinculado y por tanto avalado por el régimen, como lo demuestra el hecho de que la autoridad  por aquél entonces vigente le pidió algunos encargos oficiales,  e incluso públicamente el autor manifestó su simpatía y aprecio hacia la figura salazarista de Humberto Delgado. Cassiano Branco actualiza su pensamiento y arquitectura en 1925 cuando viajó a Francia en la famosa  Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes em Paris (allí se supone que observó el pabellón Esprit Nouveau de Le Corbusier). Intentó dos veces sin éxito realizar una carrera docente en la Escola de Belas Artes de Lisboa e intenta como hombre liberal de su época llevar un equilibrio en sus trabajos tanto encargos  privados como públicos. A partir de mediados de los años 30 Cassiano Branco se convierte en una figura pública de vital importancia, un modelo artístico cuya intención es la de procurar proyectos oara una mejora de la ciudad de Lisboa y de conceder entrevistas para los diarios de la época.
Cassiano Branco dirá en una entrevista: "Lisboa, no tiene edificios con grandeza arquitectónica e importancia para justificar la monumentalización de la ciudad”. Siendo su ideal el siguiente: "debemos construir para todas las clases (…) Y lo digo sin temor a equivocarme, que hay un plan general final para la ciudad”. [2]

De acuerdo con un texto de Cándido de Melo Palma, arquitecto de la generación modernista, publicado en Arquitectura en 1949 “Perspectivas da Nossa Arquitectura”
In: Arquitectura no 32, ano XXII 2asérie, Agosto/Setembro 1949 ”
En este texto, originario de 1943 Cassiano Branco, entre otros autores denunciaban a la Cámara Municipal de Lisboa acusando a ésta de fomentar la especulación que condujo el disparo de los precios de la vivienda. Es necesario saber que en 1943 fue el año de la muerte de Duarte Pacheco y por lo tanto Cassiano Branco se sintió con la suficiente fuerza  como para hacer pública su mala gestión dentro de la administración municipal que era el cargo que ostentaba.[3]
La preocupación por la ciudad que muestra Cassiano Branco proviene del establecimiento y la relación entre la arquitectura y el urbanismo,  modelo teórico cuyas raíces podrían estar engendradas en la fundación del Instituto de Urbanismo de París, Société Française des
Urbanistes
(1911) y la figura del arquitecto-urbanista en Francia. Se mantuvieron relaciones entre Francia y Portugal con respecto a la disciplina arquitectónica. Por ejemplo Alfred Agache fue invitado por el mismo Duarte Pacheco para trabajar como consultor del Plano de La Costa del Sol. Cassiano Branco dirá que  un plano de urbanización de una ciudad no puede ser resuelto por uno, dos o tres individuos, que parecen muy inteligentes que parezcan. Es un gran problema técnicoque se traduce en mucho conocimiento moderno y el arduo trabajo de los académicos y de los hombres honestos. Así es como Cassiano Branco valora la experiencia y trabajo en equipo, que va mucho más allá de la mera especialización en la construcción y el tópico del artista genio encerrado en su torre de marfil.
De hecho esta preocupación sobre las construcciones lo habría obsesionado hasta  publicar un artículo en 1937 con base científica sobre los terremotos y la situación portuguesa, especialmente en Lisboa, titulado “O perigo dos tremores de terra em Portugal ” (los peligros de los terremotos terrestres en Portugal)[4]. En este breve tratado traza la amenaza sísmica en Portugal describiendo condiciones geológicas del subsuelo, sobre todo en la zona de Lisboa, recuerda el gran terremoto en la historia de la ciudad de 1755  en el valle del Tajo y compara los datos con una traslación a la Lisboa de su época en situación de riesgo a causa de los terremotos sísmicos. Luego  la comparación la hará en distintas partes del planeta, avanzando explicaciones basadas en el conocimiento científico de entonces y recordando las consecuencias de las malas construcciones. Acaba el artículo con una visión personal de lo que fue la reconstrucción pompalina, desprovista de elementos que definieron con precisión la ciudad (falta de edificios emblemáticos) aunque reconociendo innegables méritos como ordenamiento sólido en el juego, los detalles tratados con decencia y el equilibrio. Pero a su vez presento la alternativa a esta baixa pompalina como él llamará “gélida”. En su propuesta Cassiano Branco se pueden apreciar arcos en las calles, uniéndose fachadas opuestas, apoyados por pilares de cemento armado incrustados en las paredes, con vigas de hormigón ocultas por las paredes de los edificios. Los cierres de los arcos, de manera que formen una protección de cada estructura. El diseño se presta a aplicaciones interesantes, incluso desde el punto de vista decorativo,  en lo personal recuerda a los arcos del barrio gótico de Barcelona.
Como curiosidad mencionar que Cassiano Branco finaliza el artículo alabando una figura que resulta de sobras conocida: Jean Claude Nicolas Forestier, arquitecto paisajista que dirigió el Parque de María Luisa en Sevilla y los diseños de algunos jardines públicos en Barcelona (además de ser maestro del también paisajista barcelonés Rubió i Tudurí ) en los años 20. Pero Forestier también era conocido en Portugal porque fue en ese preciso momento que proyectó para Lisboa un paseo marítimo ajardinado grande que se deriva de los Cais do Sodre hacia la plaza del Comercio, además del proyecto para el parque Edward VII con la prolongación Avenida de la Libertad, invitado en 1927 por la Comisión Administrativa de la Ciudad de Lisboa Nombrado después del golpe de Estado de 1926, para asesorar en la elaboración del Plano General de Melhoramentos establecido por Salazar.[5]


Obra más representativa: Cine-teatro Edén
Las columnas son una justificación funcional pero también una técnica para crear una gran sala de espectáculos combinando teatro y  anexando el cine en una pequeña parcela contigua además de dejar espacio suficiente para algunas  tiendas pequeñas. La fachada y los diversos espacios interiores obligan a encontrar soluciones típicas de la época como los cines Rex París o el Radio City Music Hall en New York. Aparece un nuevo espacio permitiendo un sub palco que contiene un bar-dancing.  Eduardo Scarlatti, crítico de un diario semanal, en 1936, publicó un artículo titulado Contra uma estética do fingimento e da incomodidade (Contra una estética de la pretensión e incomodidad). En él se aborda la polémica que surgió Edén, rechazando las opiniones excesivas tanto favorables como desfavorables concluyendo que "Es un edificio precioso, rico y civilizado, de mármoles fortísimos (…) metal reluciente y una iluminación abundante, que con suavidad adornan las líneas sobrias del conjunto”. Su estilo particular le impuso documentarse en pedagogía infantil donde minimizará los elementos arquitectónicos ornamentales.Actualmente es un hotel.

Bibliografía

Traducción y selección propia de
Da arquitectura à teoria e o universo da teoria da arquitectura em portugal na primeria mitade do século XX de Michel Toussaint Alves Pereira, universitat técnica de Lisboa 2009

Imágenes





 



[1]ALVES Pereira, Michel Toussaint, Da arquitectura à teoria e o universo da teoria da arquitectura em portugal na primeria mitade do século XX, Universitat técnica de Lisboa 2009, pág 283

[2] Ibid, pág. 289-291
[3] Ibid, pág. 291-292
[4] Ibid, pág. 293
[5] Ibid, pág. 296

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